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martes, 12 de enero de 2016

Exhalando

Y tardé porque así quise. A veces como buen soldado de las letras uno se aventura tanto en su vida que las historias le nacen desde lo que ve, lo que escucha, lo que huele, lo que prueba, lo que toca y lo que ahora le pertenece. Tuve una libreta a mi lado, sí, y la hice mi compañera de viaje por los andares de siempre, pero esta vez, atenta escuchó tras la puerta cerrada pegando página para ver qué cachaba de toda esta trama que ha hecho de mí un personaje ficticio del que líneas más tarde, debí recuperarme.

El año terminó con broche bromista. Ahora que no me encontraba en modo reflexivo resultó que "yo no soy yo", que no existo. Al principio se manejó como una suplantación de identidad, mis demonios envueltos para regalo volvieron prestos, pero para mi buena fortuna (si es que aún quedaba algo de ella), después resultó que probablemente fuera yo la que no debía estar ahí y finalmente y con lo que tiré a la basura (en la última colecta del año) a aquellos tan adornados, descubrieron que no hay registro de mí. ¡No existo! O... En palabras "amables" de uno de mis "verdugos": "No hay nada a su nombre, usted no existe, no se preocupe, no hay problema entonces."

¡Ah! Las multinacionales y sus rollos, ¡sólo un número más!... Uno menos en este caso. Me pensé mucho el quemar aquí donde casi nadie atiende, a tan grata compañía, pero lo cierto es que es buena, y de no haber sido por ese detalle, seguramente seguiría con ellos...

Sin embargo no deja de rondar aquella cantaleta en mi cabeza: "¡No existe!, no se preocupe, no hay problema entonces"... ¡Bueno! Debo confesar que aunque fue molesto, fue un verdadero alivio. Unos cuantos días desconectada del mundo y eso fue todo. Ahora de nuevo aquí. Tratando de existir...

Luego, con sorpresa descubrí que me gusta. Me gusta no ser, porque entonces no parezco, porque puedo redefinir las dimensiones del punto que represento para el Universo. Y a la vez me encanta ser y existir aquí, donde a pocos importa, a los necesarios, a los que son mi mundo y vuelven feliz el sueño.

Y comencé el año bailando, jugando, cantando, amando, observando estrellas, abrazando, soñando, viviendo, siendo...

Conservaré la sonrisa...