Página

miércoles, 3 de agosto de 2011

CARTA A UN AMIGO

Espero poder decir mil un veces cuanto es que te quiero antes de que partas, del alias “que eso suceda dentro de mucho, pero mucho tiempo”.

Poder decir lo importante que eres en mi vida y cómo llegaste a cambiarla.

Poder hacerte sentir que no sería ni la sombra de lo que soy sino te hubiese conocido.

Hacerte comprender que en tu lucha habemos muchos de tu parte intentando derrotar al enemigo. Un enemigo mutuo que pretende arrancarte de nuestro lado, sin siquiera detenerse a asimilar lo que se lleva. Enemigo al que por fortuna, conocemos bien y sabemos cómo atacar. No se llama muerte o enfermedad, tampoco soledad o miedo, enemigo TÚ que pretendes rendirte porque te han metido la idea de un fin.

Tan solo dime ¿Cuándo antes has hecho caso de ideas que no van contigo? Nunca, ¿cierto?

Pues bien, aquí estoy para pedirte que seas quien siempre has sido, que no te dejes y seas tan contreras ante lo que no te parece como siempre lo has sido, que des batalla y luches por alcanzar tus sueños, que busques en todo segundo demostrar que mereces un segundo más, deja a la muerte preocuparse por su chamba, no le ayudes, al contrario, ponle trabas.

Sé tan activo como siempre lo has sido, para que si llega ya te hayas ido. Tan alegre para distraerle en su camino, encuentra motivos para que se entretenga y podamos demostrarle juntos, que la máquina confundió el ticket y que aún no es tu turno.

Sigue buscando comerte al mundo a bocados de magia, genera sonrisas a cambio de nada, encuentra paz en tu alma, permítete llenarte de instantes que te dejen sin aliento, conoce cuanto puedas y comparte esos momentos, encuentra maravillosos recuerdos, crea historias de aquellas que la imaginación desborda, sonríe y disfruta, recuerda que eres luz que ha iluminado muchas vidas, ríe y contagia de felicidad al mundo entero, construye realidades a base de anhelos…

Y sobretodo… ¡Vive! Que lo demás, sea lo de menos… 

PD: Mucho te lo dije ya, sin embargo, esta es la manera que encuentro de darte un abrazo apalabrado ante la distancia y decir ¡¡¡estoy contigo!!!

¡Te quiero niño! Y justo en este momento elevo al cielo una oración más.

¿Sabes contar? Cuenta conmigo… ¿No sabes? No te preocupes, ¡yo te enseño! ;D