Gracias por tocar a diario mi puerta y colorear todo cuanto me rodea, gracias por acompañarme en todo momento, en cada respiro, porque día a día me das una razón más para sonreír...
Por el canto interno que llena mi ser y por tus brazos que me acogen mientras descanso, observo y decido emprender... Porque de cariño me has hablado, de "te quieros" enseñado y de amor, demostrado.
¡A ti es que entrego mi fé!
Diosito, ¡te amo!
Por todas las confidencias
Y las pláticas interminables
Gracias!!!