Conozco todos los sentimientos posibles y ninguno vivo.
Te admiro, te envidio, me desconcierto, continúo.
No sé por qué insistes en buscarme, en intentar detenerme,
en rogar que no me vaya y después...
Así simplemente, en que circule.
O te aprovechas de mí, o te enfado y pongo de nervios.
Te conozco por completo, y tú...
Tú no eres capaz de reconocer cuando me he marchado.
Así como llego me voy, sin historia ni ataduras.
No me amarro a lo que no puede ser, tampoco a lo que es.
Por el contrario, disfruto cada instante siendo libre hasta de mí.
Sólo así consigo acompañarte y no perderte la pista.
Te admiro, te envidio, me desconcierto, continúo.
No sé por qué insistes en buscarme, en intentar detenerme,
en rogar que no me vaya y después...
Así simplemente, en que circule.
O te aprovechas de mí, o te enfado y pongo de nervios.
Te conozco por completo, y tú...
Tú no eres capaz de reconocer cuando me he marchado.
Así como llego me voy, sin historia ni ataduras.
No me amarro a lo que no puede ser, tampoco a lo que es.
Por el contrario, disfruto cada instante siendo libre hasta de mí.
Sólo así consigo acompañarte y no perderte la pista.
Y por más incoherente que se piense,
Para ti soy algo pasajero, para mí, sólo eres compañía,
soy tu constante inestable, tu esporádico siempre,
y como ya te decía...
Soy algo tan pasajero, que estaré toda tu vida.
1 comentario:
Si se pudiera...
Atte. El tiempo
Publicar un comentario